El Tecnocasa Talavera le discutió la victoria al Italtel Alcobendas hasta que se le agotó su gasolina

Hasta que duró la gasolina. Así se puede definir lo que fue este partido del Tecnocasa Talavera frente a un Italtel Alcobendas muy poderoso en el juego interior y ante el que los pupilos de José Rey estuvieron en el partido hasta los compases finales pero el desgaste era demasiado grande con apenas ocho efectivos para afrontar la cita y perdiendo además por el camino a un Carlos Poyatos que sostenía al equipo desde la pintura.

Fue irse el balear por cinco faltas y ver el cielo abierto el conjunto alcobendense para coger ese colchón de tres puntos que los locales no pudieron recortar ni desde la pintura, algo complicado con el poderío madrileño en esa zona, ni tampoco desde el perímetro donde los lanzamientos de tres se le atragantaron, con un pobre porcentaje de 4/30, llegando tres de ellos en último minuto del tercer periodo.

Hasta entonces, donde Talavera llegaba con cierta esperanza de poder obtener la victoria, la cita se había movido por dos ajustados cuartos iniciales de rachas para uno y otro, en los que la ventaja local, que fue de ocho puntos arriba (12-4), pasó a quedar reducida a un 14-16 con el que se cerraba el primer cuarto tras el triple de Campos y pudo ser peor porque Lyvans Camara le ponía un espectacular ‘gorrazo’ al propio Campos en la última del cuarto inicial.

El segundo cuarto empezó dando el equipo madrileño con la propia medicina al conjunto cerámico y logrando de arranque irse hasta los diez de renta (14-24). Lo paró José Rey con tiempo muerto y su equipo fue haciendo la de la hormiguita. Canasta a canasta, ya fuera desde la línea de personal o de dos, ya que el triple se resistía, llegaron a recortar los locales hasta el 30-33.

El tercer cuarto fue el del despertar local, que cogía el mando en el 23’ con dos puntos de Carlos Poyatos para el 37-35 y desde ahí se iniciaría una fase de toma y daca a la que los talaveranos pondrían fin con un ‘rush final’ marcado por el acierto desde más allá de 6’75. Y es que todo lo que no había entrado hasta el momento lo convertirían Cabal y Sandoval, pasando el partido de un 47-49 a un 56-51 que hacía levantarse al Primero de Mayo al grito de ¡Sí se puede!

Y así llegábamos a unos últimos diez minutos donde la ventaja local quedó dilapidada en apenas 90 segundos (56-56) aunque Alcobendas no lograría tomar la delantera en el marcador hasta mitad del periodo con una de dos de Fortes tras asistencia de Rodrigo, que aparte de destacar en este apartado mucho más lo haría en el rebote con hasta 19 de 55 que llegó a capturar su equipo.

La energía del Tecnocasa Talavera era patente que cada vez era menor y lo comenzó a apostar todo al triple esperando una racha como la del tercer cuarto y especialmente después de la quinta falta de Poyatos. Si antes era complicado penetrar la zona, sin la presencia del balear era toda una utopía. De hecho su última canasta, la que igualaría (64-64), sería también la última de su equipo en el partido.

De ahí al final intento de contrarrestar el canasta de tres puntos de De Sousa que no hubo manera de replicar en los 2:12 que quedaban por delante y a nueve segundos para el final ponía la sentencia Marín con una bandeja sobre la bocina que dejaba el marcador final en un 64’69 con el que llegábamos al final de la contienda en el Primero de Mayo.